Siva se vuelve adicto al alcohol, lo que le sume poco a poco en la depresión y la ansiedad. Esto le lleva a discutir constantemente con su mujer, Uma, y, debido al deterioro de su salud mental, acaba perdiendo su trabajo y a su familia. La película muestra cómo una persona normal con trastorno por consumo de alcohol no puede dejar de beber, aunque le cause problemas, angustia emocional o daños físicos a sí misma o a los demás.

Sin embargo, después de pasar por todas estas luchas, nuestro personaje, Maanav, se da cuenta de que debe actuar de inmediato: si no cambia ahora, puede que nunca lo haga, y podría morir, plenamente consciente de la verdad pero incapaz de aceptarla. Se convence de que es hora de dejarlo todo y decide buscar la sobriedad. Opta por acudir a un centro de rehabilitación, donde recibe tratamiento médico y psicológico para combatir su adicción. Tras una larga lucha interior y una vez finalizado el tratamiento, comienza una nueva vida. Con esta película pretendemos transmitir al público un mensaje sobre cómo la adicción al alcohol puede destruir a una persona, tanto mental como físicamente, arruinando su presente y su futuro.

El viaje de Siva comienza cuando busca mejores oportunidades y se reinventa, luchando por el éxito e inspirando a otros que también son víctimas del alcoholismo. Sin esperar a que las condiciones sean perfectas, se esfuerza por recuperarse, negándose a aceptar la derrota y decidido a alcanzar sus sueños y metas.